- 20DIC 2013
El valor de los jóvenes
Es imprescindible que los jóvenes se involucren en la trama social, económica y ambiental en sus comunidades para transformar la realidad, guiados por la solidaridad, la justicia y el respeto por los demás. Y siempre haciendo foco en el valor de la educación, el espíritu de superación y transformación, la importancia de tener objetivos claros y el entender a los proyectos de manera integral.
Si los jóvenes no participan, si no se interesan por que su país crezca y se desarrolle, si no se interesan por la sociedad en la que viven, es imposible que el futuro sea mejor, como todos lo soñamos. La clase dirigente, muchas veces cuestionada, no es más que un reflejo de la sociedad que la eligió, no vinieron en una nave espacial. Por eso mismo no hay forma de tener mejores dirigentes si no tenemos una sociedad mejor.
Trabajo en el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, junto al Gobernador Daniel Scioli. Actualmente soy el presidente del Grupo Provincia y desde allí estamos trabajando por el desarrollo del país, para aprovechar el enorme potencial que tiene Argentina, que no es ni más ni menos que aprovechar el enorme potencial que tiene cada uno de los argentinos. Me considero un apasionado por el estudio, diseño y gerenciamiento de las políticas públicas, cuya función es, básicamente, lograr que la gente viva mejor. De esto se trata, sencillo de decir pero complicado de lograr. Siempre tuve esa visión: que desde el Estado se pudiera generar un verdadero cambio y una transformación para el bien social de todos, cambios positivos y palpables.
Cambiar las cosas no es obra de una sola persona. La política consiste en eso. Convencer a muchos que si salen de la pasividad, lo que parece imposible se vuelve real como por arte de magia. Los grandes líderes han hecho grandes cosas porque han movilizado a muchos detrás de sus ideas, inspiración y motivación.
Los jóvenes deben sumarse. Daniel Scioli siempre dice “Es el tiempo de la juventud”. El espíritu de los jóvenes emprendedores es cada vez más necesario en el país y en el mundo. Estoy convencido del potencial que tienen los jóvenes empresarios de nuestro país. Deben animarse. Pero ¿qué pasa ante la adversidad? Y debo decirles que en todo el proceso encontré adversidades, y muchas. La respuesta es simple: no claudicar, se supone que estamos convencidos de lo que estamos haciendo. Tenemos que vivir con pasión y hacer las cosas con convicción. Y ante la adversidad, se perderá una batalla, pero mientras haya luchadores, mientras haya participación, mientras haya esfuerzo, trabajo, voluntad de cambio y progreso. Y eso hará que todos podamos estar mejor.
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