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Santiago Montoya: "La Argentina tiene reservado un lugar de liderazgo en el Cono Sur"



Durante una entrevista televisiva en el programa Intratables, Montoya sostuvo que "la Argentina tiene reservado un destino de grandeza que tenemos que decidirnos a ocupar", al hacer referencia a los dichos del senador del Frente Para la Victoria Miguel Ángel Pichetto en relación a la inmigración y su relación con el delito.

En este sentido, Montoya señaló: "El tema es: ¿Creemos que la Argentina es un gran país, que ciertamente tiene problemas estructurales como pobreza, inseguridad, falta de crecimiento, educación, o sea, es un gran país con problemas, o un país poco relevante, que a duras penas le da para salir adelante? No, la Argentina es una gran nación, con problemas, pero que tiene un lugar reservado para ser el gran líder del Cono Sur. Por eso siempre nos destacamos en Sudamérica y nos han mirado con recelo nuestros vecinos. Tengan todos por seguro que el hecho de que hayamos pasado un mal momento que se trasladó a décadas, no significa que no esté esperándonos un lugar de privilegio".

"Haber trabajado tanto tiempo en ocho países de Latinoamérica, en ninguno menos de 12 o 14 semanas, me permitió entender que la Argentina tiene una matriz social mucho más evolucionada que otros países", prosiguió y puntualizó: "en Latinoamérica, nos reconocen un liderazgo. Ese colombiano o peruano que viene a estudiar, forma parte de una inmigración que engrandece a nuestro país. Pero tenemos que ocupar el sitial que nos corresponde, el de liderazgo regional".

El ex director ejecutivo de ARBA hizo un repaso histórico al señalar que "La Constitución es compatible con ese papel de liderazgo en el Cono Sur, por eso es tan abierta a la inmigración, no como cláusula transitoria sino permanente, así que no se pueden ver como un problema a las tres oleadas de inmigración que hubo: La de los bisabuelos después de la Primera Guerra Mundial; la de los inmigrantes del interior del país, los llamados Cabecitas Negras; ni la actualm la tercera, de países limítrofes como Perú, Bolivia, Paraguay y Chile".

Cambiando el enfoque de la cuestión, Montoya sostuvo: "Si las dos primeras oleadas no fueron un problema aunque sí hubo un desafío de integrar la sociedad, ¿Por qué pensar que esta tercera oleada es un problema? No, el problema es que la Argentina anda a los tumbos. Si la Argentina creciera y diera oportunidades pasaría lo mismo que en Estados Unidos, donde la inmigración fue un pilar fundamental para que ese país se desarrolle. El problema lo tenemos nosotros, no es la inmigración".

"Esto de la inmigración debemos verlo como una oportunidad para darnos cuenta de que debemos ocupar un lugar en la estructura geopolítica. Obviamente, esto no quita que haya que revisar políticas relacionadas con el delito, entre otros males. Hay que cuidar los enfoques regionales frente a lo que sucede a nivel global. Hay olas de nacionalismo en todo el mundo. La Argentina puede enfrentarlo apoyada en entendimientos regionales con los países del Cono Sur. Podemos tener una base firme desde donde enfrentar estos problemas mundiales. La Argentina debe jugar un papel en su inserción dentro de esta parte del continente. Debemos decidir si debemos encabezar el proceso o no", concluyó.

En tanto, al ser consultado sobre su relación actual con el ex Gobernador Daniel Scioli, Montoya señaló: "En lo personal, es mi amigo, siento un gran afecto y siempre puede contar conmigo en ese plano. En lo político, soy un sciolista ‘mandato cumplido", o sea, cumplí con mi objetivo de ayudarlo en su objetivo de llegar a Presidente de la Nación, de manera que luego de las elecciones y de concluido el mandato, terminó mi compromiso político con él". El ex Presidente del grupo BAPRO agregó que "ante una víctima de inseguridad tenemos que comprenderlos, es lo único que se puede hacer". Y sobre la gestión sciolista, afirmó que "se deben terminar los procesos de evaluación que todavía no se han completado, teniendo en cuenta que Scioli ganó en Buenos Aires como candidato a Presidente, o sea que la evaluación de la gente no fue tan mala".

Asimismo, Montoya relató: "Mi primera conversación fue para ser Ministro de Seguridad no para ser presidente del Grupo BAPRO". "Cuando una institución soporta sucesivas limpiezas de cúpulas y sigue siendo sucia, el problema no son las personas, sino la institución", finalizó.

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