- 09SEP 2016
"EL BLANQUEO PUEDE SER EL MÁS EXITOSO, PERO VEO POCA INVERSIÓN"
"Estamos tratando un enfermo que todavía necesita dosis importantes de antibióticos para curar una infección seria: la inflación. Cuando uno tiene que quitar una infección así, que está metida muy adentro de la estructura, lleva tiempo. Es el caso de la inflación en la Argentina", aseguró Santiago Montoya en una entrevista realizada por Alejandro Liska para Café Financiero, programa que emite el canal Metro. "Es sano económicamente que la tasa de interés sea positiva en términos reales, y entonces la pregunta es cuál es la tasa de inflación esperada. La evolución de la tasa implica dos variables que un gobierno no puede permitir que se le escapen: el dólar y la inflación", sumó en relación a la paulatina rebaja de esa tasa, decidida por el Banco Central.
"El verdadero diagnóstico que tenemos es una economía estanflacionaria", destacó el consultor y dirigente peronista. En ese sentido, amplió: "Para que se queden tranquilos los amigos amarillos, es una herencia. La Argentina tiene una situación estructural que no generó este gobierno pero que tiene que resolver. ¿Qué significa tener una economía estanflacionaria? Significa que cuando la economía empieza a recuperarse, la actividad económica genera inflación demasiado alta. Y si quiero ‘desinflacionar’ un poco, se me cae la actividad económica."
Según Montoya, "no es aceptable en el mundo moderno una inflación de más de un dígito y medio, quiero decir entre 4 y 6 por ciento anual aproximadamente". Entonces, aunque sea un alivio una "convergencia" hacia una inflación entre el 17 y el 22 por ciento, por "quebrar la tendencia", no deberíamos celebrar mucho aún. Los pronósticos de PBI para 2016 indican una caída cercana a los dos puntos. Y en 2017 el PBI crecería alrededor de 3-4 puntos con una inflación de alrededor de veinte. "Estimando así 2016 y 2017, van a ser siete años en los que la economía no crece, no genera más riqueza, manteniendo un piso inflacionario elevado. Y eso es lo que nos preocupa: la gente queda atrapada en esta frustración económica. El problema es que no se genera más empleo ni hay más riqueza para distribuir, es la dinámica estanflacionaria de la que hablé antes", sumó.
"La tasa de interés es un antibiótico para paliar una enfermedad que es la escalada inflacionaria, pero para curar necesitamos de otro elemento. El tratamiento de shock que recomienda el médico para salir de esta espiral nefasta es un shock de inversiones", aseguró Montoya. "Muchas veces se dice que uno tiene una bala de plata para graficar aquello muy potente que tiene reservado. Bueno, el gobierno tiene un cañonazo, que es el sinceramiento, el blanqueo. Veremos en qué medida es poderoso o se queda en una pistola de cebitas", ironizó.
También contó que, como consultor del sector privado, está en contacto con posibles inversores, pero que se está "llevando una sorpresa": "Casi la mitad son en realidad real states americanos o argentinos radicados en La Florida que están esperando que el blanqueo sea exitoso y así impulsar ventas de propiedades a argentinos en USA, así que para que un eventual éxito en la exteriorizacion de activos se traduzca en una importante corriente de inversiones productivas en Argentina se necesita también que la economía reaccione, genere expectativas de crecimiento", contó.
En el camino hacia las inversiones productivas, Montoya resaltó que "las expectativas inflacionarias son un elemento" tan importante como "tener encaminado el tema tarifas". "Hay sectores estratégicos que son un imán para inversiones, pero si no sé si voy a poder cobrar una tarifa, no pongo mi plata en esa área", confió.
Las expectativas de los especialistas son un "blanqueo eufórico", caracterizó. "Se esperan entre 50 mil y 100 mil millones de dólares, lo que lo haría el blanqueo más exitoso de la historia de la Argentina. Pero la pregunta es qué va a pasar respecto de lo que le interesa a la gente. Y ahí soy un poco más tímido: estoy viendo poca inversión concreta", concluyó.
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