Córdoba está para más

El miércoles pasado participé del seminario “Regiones y desarrollo local”, que con tanto esfuerzo hemos organizado desde el Grupo Banco Provincia de Buenos Aires en conjunto con la Universidad Católica de Córdoba. Fue muy valioso discutir temas tan importantes como el desarrollo y la mejora de la calidad de vida de la gente, preocupados por lo urgente y por lo inmediato, pero siempre enfocados en lo importante y en las cosas que pueden cambiar la vida de la gente de manera estructural. Y fue más valioso aún porque logramos convocar arepresentantes de distintos sectores de la sociedad: políticos, oficialistas y opositores, empresarios, académicos, representantes de organizaciones sociales.

Cuando en Argentina hablamos de regiones, de desarrollo regional, de descentralización administrativa, es inevitable hablar de Córdoba. La ley de Regionalización sancionada en 2004, ser la provincia con mayor cantidad de municipios, cuyos gobiernos locales gozan de altos niveles de autonomía, hacen de Córdoba un caso más que interesante cuando tratamos esta temática.

En un contexto global donde las megalópolis empiezan a perder protagonismo como actores del crecimiento mundial, debido a las serias des-economías de escala que experimentan, la Provincia de Córdoba encuentra una oportunidad para liderar el desarrollo del país. Actualmente, el patrón de crecimiento mundial liderado por las megalópolis se ha revertido: hasta 2025 las mega-ciudades solamente van a contribuir con poco más del 10% del PBI global, mientras que las ciudades de tamaño medio contribuirán con el 50%. Además, se prevé un considerable aumento poblacional en los próximos años, con el consecuente incremento en la demanda de alimentos: concretamente, se estiman 3 mil millones más de consumidores de clase media en los próximos 20 años. Este contexto presenta una clara oportunidad para Córdoba, que tiene como ciudad capital una ciudad de tamaño medio que aún no padece los flagelos de las mega-ciudades, además de otras ciudades que pueden actuar como nodos productivos de su región. Sin embargo, para logar aprovechar esta oportunidad, es importante que se lleve a cabo una planificación estratégica que evite una mayor concentración poblacional alrededor de la Capital y que logre revertir las profundas desigualdades regionales que hoy día dejan al noroeste de la provincia como una región rezagada.

Para esto, hay que pensar en regiones. Desde mi lugar de Presidente del Grupo Banco Provincia de Buenos Aires, puedo afirmar que, luego de estudiar muchos casos del mundo, la Regionalización es la herramienta clave para enfrentar las desigualdades globales, nacionales y locales que genera la concentración poblacional. Definitivamente se trata de la herramienta indicada para cumplir con las aspiraciones de federalismo, calidad de vida, desarrollo productivo y calidad democrática, hasta ahora incumplidas total o parcialmente.

Este encuentro no hace más que continuar con lo que en Córdoba se viene discutiendo desde hace tiempo, y con lo que desde la Provincia de Buenos Aires hace ya algunos años que venimos proponiendo, sobre temáticas como desarrollo regional y descentralización del aparato administrativo como aspectos estratégicos de cara al futuro, no solo para la provincia sino para todo el país. El Gobernador Scioli está convencido de que esto es aplicable a todo el país, y que debe ser fomentado especialmente en la provincia de Córdoba, que cuenta con un gran polo de desarrollo en su capital y alrededores, acompañados por otros polos más chicos en el sur, pero que al mismo tiempo muestra un norte relegado en materia de desarrollo productivo y social.

Definitivamente entendemos que Córdoba debe seguir el camino del desarrollo estratégico en base a regiones. No podemos imaginar la Córdoba de los próximos años sin pensar en una provincia integrada y con un desarrollo más igualitario. Córdoba debe plantearse una estrategia de desarrollo integral que incluya especialmente a las zonas más postergadas. Córdoba está para más, tiene mucho para aportar y sobre todo tiene con qué liderar un cambio de modelo que pueda ayudar al desarrollo de la nación.